Identificación temprana en el contexto escolar

 

  • Los espacios educativos tienen una función esencial no sólo para los procesos de formación, sino para el desarrollo emocional y social de los niños y adolescentes.
  • En la medida en que se promueva un clima escolar positivo de respeto, convivencia e inclusión, se ayudará a prevenir y abordar los problemas que afectan la salud mental de los estudiantes.
  • Los trastornos psicóticos inician de forma gradual en la adolescencia y en el período de transición hacia la edad adulta, tienen una alta prevalencia en estudiantes de educación media-superior y superior, y repercuten directamente en su rendimiento académico y bienestar psicosocial.
  • Los niños y adolescentes pasan una gran parte de su tiempo en la escuela, por lo que el entorno escolar es idóneo para identificar tempranamente los problemas de salud mental y promover la búsqueda de atención oportuna.

¿Porqué es importante identificar los síntomas de psicosis en estudiantes?

  • Una de las principales características de los trastornos psicóticos es el aislamiento social, los problemas cognitivos que dificultan la comunicación y el aprendizaje (problemas de memoria, atención, concentración, desorganización del pensamiento y el lenguaje), la apatía, la desconfianza o suspicacia hacia los demás y los cambios en el comportamiento (conductas extrañas, extravagantes, falta de higiene) que tienen como consecuencia el abandono temprano de los estudios y el fracaso escolar.
  • Los adolescentes que desarrollan un trastorno psicótico suelen presentar una serie de cambios emocionales y conductuales mucho antes que inicien los síntomas graves del trastorno (fase prodrómica).
  • Muchos estudios han mostrado que el tiempo que transcurre desde que inician los primeros signos perceptibles de psicosis hasta que se acude a los servicios de salud puede durar entre 1 y 5 años.
  • Mientras mayor sea el tiempo sin recibir una atención adecuada, mayores serán las repercusiones en las diferentes áreas de la vida, el nivel de discapacidad psicosocial y el pronóstico.
  • La falta de conocimiento sobre estos signos de inicio del trastorno que suelen confundirse con los cambios y crisis típicas de la adolescencia dificulta el diagnótico temprano y retrasa la búsqueda de ayuda profesional.
  • Para poder contribuir a la prevención, la identificación temprana de los trastornos psicóticos en las fases iniciales y favorecer la búsqueda de atención oportuna, se requiere que los miembros de la comunidad educativa (docentes, directivos, estudiantes y padres de familia) reciban información adecuada sobre las características de estos trastornos, su impacto en el ámbito escolar, los principales signos de alarma que dan cuenta de la necesidad de atención profesional, las causas o factores de riesgo y los factores de protección que reducen su aparición.
  • Además, es importante que el personal educativo (profesores/as, directivos/as y administrativos/as) esté sensibilizado en esta problemática y tenga las herramientas para poder brindarles apoyo a los estudiantes que lo requieren, promover su inclusión, contribuir a disminuir el estigma y las actitudes discriminatorias hacia los estudiantes que padecen algún trastorno psicótico, favoreciendo la inclusión de quienes sufren este padecimiento y promoviendo la convivencia respetuosa entre el alumnado.

Signos de alerta para canalizar a los servicios de atención:

Cambios en la percepción de la realidad

• Ver, oír, sentir, oler o saborear cosas que no son reales o que otros no pueden percibir.
• Distraerse con estímulos sutiles o inexistentes (por ejemplo, ser más sensible a las luces o los sonidos).
• Sentirse desconectado del mundo o sentir que hay algo “raro” en los demás o en el mundo.

Problemas en el pensamiento, el lenguaje y la comunicación

• Decir cosas que no tienen sentido (por ejemplo, utilizar palabras incorrectas o divagar).
• El discurso de vuelve vago, confuso y hay una carencia de fluidez en la conversación que muchas veces se vuelve incoherente e incomprensible.
• La velocidad con la que hablan puede ser extremadamente lenta o demasiado rápida.
• El tono de voz es plano, monótono y sin modulación.
• Sentir que no se pueden controlar los propios pensamientos.
• Las respuestas a preguntas suelen ser monosilábicas y poco adecuadas.
• La escritura también se ve afectada y se vuelve incoherente o sin sentido.
• Problemas para pensar con claridad.
• Problemas de memoria, atención y concentración en clase que dificultan la comunicación y el aprendizaje.
• Los pensamientos se vuelven irracionales y sin sentido.
• Hay una hipersensibilidad ante ciertos estímulos como la luz del sol y ruidos comunes.
• Predomina la fantasía, el pensamiento mágico y las creencias extrañas.
• El discurso puede ser ilógico, pobre en contenido o circunstancial.
• Tienen dificultad para entender las ironías.

Cambios en el comportamiento

• Ser excesivamente desconfiado (por ejemplo, estar constantemente alerta, creer que los demás hablan, lo observan o hablan de él a sus espaldas, cuando en realidad no es así).
• Las relaciones sociales se ven afectadas por la desconfianza y la suspicacia hacia los demás.
• La higiene personal se descuida y deteriora conforme se agrava el trastorno.
• Disminución de las actividades de ocio o deportes que antes disfrutaba hacer.
• La postura se vuelve rígida, con posiciones extrañas que parecen incómodas.
• La apariencia física se vuelve extravagante.
• Hay alteraciones en el sueño (dormir poco o dormir en exceso).
• Hay un rechazo a interactuar físicamente con otras personas.
• Tendencia al aislamiento y ensimismamiento.
• Pasar menos tiempo con los amigos y, en general, deterioro en las relaciones sociales.
• Ansiedad social.
• Sensación de miedo extremo.
• Disminución de la motivación.
• Problemas en el rendimiento académico.
• Consumo de drogas.

Cambios en la expresión emocional

• Incapacidad para expresar sentimientos como el llanto o la alegría (afectividad aplanada).
• Cambios de humor repentinos.
• Estado de ánimo depresivo.
• La expresión facial se vuelve inexpresiva y los gestos inexistentes, a tal grado que resulta difícil saber el estado emocional de la persona.
• La mirada está fija o perdida en el infinito, sin ningún contacto visual con el interlocutor que tienen enfrente.
• Se producen risas inadecuadas o inmotivadas.
• El contacto físico puede ser extremadamente próximo (invasivo) o muy distante.

¡IMPORTANTE!

Si identificas varios de estos cambios descritos arriba, ya sea en tí mismo/a o en algún amigo/a o familiar, es muy importante buscar atención médica para obtener un diagnóstico preciso y saber si se requiere un tratamiento.

Recuerda que la identificación temprana ayuda a prevenir.

A continuación puedes descargar un directorio de servicios de atención a la salud mental en México.

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