Biomarcadores y estadificación clínica en psicosis

Modelo de estadificación clínica

  • Dado que la psicopatología emergente puede variar significativamente con el tiempo y cambiar de un cuadro clínico a otro, particularmente en las primeras etapas del trastorno, el modelo de estadificación clínica se enfoca en guiar las intervenciones de tratamiento en función de las necesidades clínicas de cada paciente.
  • Este nuevo paradigma representa un cambio importante hacia la psiquiatría preventiva.
  • Considera explícitamente la evolución de la psicopatología durante el desarrollo de una enfermedad mental y enfatiza que la progresión de la enfermedad no es inevitable, pero puede alterarse proporcionando intervenciones apropiadas que se dirijan tanto a los factores protectores individuales como a los factores de riesgo que influyen en las enfermedades mentales y que pueden ser modificados.
  • Se propone que la enfermedad mental se desarrolla desde un estado de riesgo asintomático, pasando a una etapa inicial de síntomas generales inespecíficos como ansiedad leve y síntomas depresivos y somáticos la cual es seguida por un empeoramiento y aparición de nuevos síntomas que se asocian clínicamente con inidicios de una mayor especificidad sindromática con una diminución funcional y del comportamiento. 
  • Puede ocurrir un mayor progreso de la enfermedad resultando en la aparición del primer episodio de psicosis que puede ser precedido por el desarrollo de síntomas persistentes, recaídas o incluso síntomas graves que no remiten.
  • Se plantea que los trastornos mentales surgen de estados no específicos de estrés mental que gradualmente se convierten en síndromes reconocibles, por ejemplo, ansiedad (Síndrome 1) depresión (Síndrome 2) y trastorno piscótico (Síndrome 3). 
  • Por lo tanto, el tratamiento del estrés mental de forma temprana puede prevenir eficazmente la transición al trastorno en general y no sólo los trastornos piscóticos.

Investigación reciente sobre estadificación clínica en psicosis ha logrado identificar signos, síntomas y marcadores específicos para cada una de las etapas descritas, lo cual, ha permitido señalar intervenciones tanto preventivas como de tratamiento que el personal de salud puede implementar de acuerdo a la etapa en la que el paciente se encuentre.

Biomarcadores

Marcadores cognitivos

  • La neurocognición y la cognición social son marcadores potencialmente muy valiosos dentro del modelo de estadificación. 
  • Pueden proporcionar pistas sobre la fisiopatología subyacente y/o la etiología genética (es decir, endofenotipos). 
  • También están fuertemente relacionados con el funcionamiento y la discapacidad en una variedad de trastornos psiquiátricos.
  • Existe amplia evidencia de déficits neurocognitivos y, cada vez más, sociocognitivos en todas las supuestas etapas clínicas de la psicosis, en relación con población sana. 
  • Los déficits neurocognitivos premórbidos significativos leves se encuentran en individuos asintomáticos en riesgo y en ultra alto riesgo.

Marcadores estructurales del cerebro

  • La región del cerebro que se muestra anormal con mayor frecuencia en la esquizofrenia crónica, los ventrículos laterales, se ve menos afectada en los pacientes con un primer episodio y no se ve afectada en los individuos con ultra alto riesgo.
  • Se han observado reducciones marcadas en el volumen del hipocampo en pacientes con esquizofrenia crónica, mientras que esto es menos claro en pacientes con un primer episodio y no significativo en sujetos de riesgo ultra alto.
  • Los metanálisis confirman la progresión del agrandamiento ventricular y las reducciones de la materia gris y blanca, y estos cambios se han asociado con un mal pronóstico.

Desajuste de negatividad como marcador de función cerebral

La negatividad de desajuste (MMN) es un cambio en la actividad del cerebro inducido por la aparición de nuevos estímulos, lo que lleva a un cambio de atención en el sujeto. Se cree que la amplitud de MMN refleja el funcionamiento de los receptores de N-metil-D-aspartato (NMDA), y la generación deficiente de MMN se ha asociado con un funcionamiento social y global deficiente.

Sueño y marcadores cronobiológicos

  • Una característica ubicua del período de inicio de la mayoría de los principales trastornos psiquiátricos es la interrupción del sueño, que a menudo se acompaña de cambios específicos en el ciclo sueño-vigilia.
  • Los estudios polisomnográficos han recibido relativamente poca atención en los últimos años, quizás debido a la falta de especificidad diagnóstica. Sin embargo, parece haber distintas “firmas” de sueño, con reducciones consistentes en el sueño de ondas lentas (SWS) en la esquizofrenia, y una latencia de movimiento ocular rápido (REM) más corta y aumentos en la densidad de REM en la depresión.
  • Estas alteraciones pueden preceder a la aparición de un trastorno completo.

Marcadores neuroendócrinos

  • Se cree que una capacidad disminuida para afrontar al estrés, tanto a nivel psicológico como biológico, desempeña un papel clave en el desarrollo y mantenimiento de los trastornos psiquiátricos.
  • El eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HHS) es el principal mediador biológico de la respuesta al estrés, y su función a menudo se ve alterada en los trastornos psiquiátricos, siendo el estrés o el trauma en la vida temprana un factor moderador importante para determinar el nivel de reactividad al estrés más adelante en la vida.
  • En los trastornos afectivos y psicóticos se ha observado hiperactividad del eje HHS, caracterizada por una secreción elevada de cortisol, un volumen agrandado de la hipófisis y una retroalimentación negativa alterada del sistema HHS.

Marcadores de estrés oxidativo e inflamatorio

  • Cada vez hay más pruebas que implican a los procesos inflamatorios en la fisiopatología de los principales trastornos psiquiátricos.
  • Los niveles elevados de citoquinas son un hallazgo bien replicado en la mayoría de las principales enfermedades mentales.
  • Los niveles elevados de citosinas proinflamatorias parecen preceder al desarrollo del trastorno de novo, lo que sugiere que juegan un papel en su génesis.
  • Hay cambios similares dependientes de la etapa en los parámetros oxidativos.
  • En los pacientes en etapa tardía, la actividad de las enzimas clave en la vía del glutatión, la glutatión peroxidasa y la glutatión-S-transferasa, aumentan en comparación con los pacientes en etapa temprana y controles.

Marcadores de ácidos grasos.

  • Los fosfolípidos son los principales elementos estructurales de todas las membranas celulares y constituyen alrededor del 60% del peso seco del cerebro.
  • Los ácidos grasos poliinsaturados juegan un papel central en una amplia gama de funciones fisiológicas.
  • Un metanálisis reciente de 18 estudios en esquizofrenia que examinó los cuatro ácidos grasos poliinsaturados explorados con mayor frecuencia (DHA, AA, ácido docosapentaenoico, ácido linoleico) concluyó que los niveles reducidos de DHA y AA estaban presentes en pacientes sin tratamiento previo con antipsicóticos.
  • También hay evidencia preliminar de que los déficits de ácidos grasos pueden estar presentes durante las primeras etapas de los trastornos psicóticos.