Identificación temprana y prevención
- El nuevo paradigma enfocado en el estudio de las fases tempranas de los trastornos psicóticos consiste en desplazar el foco de atención desde las fases estables, residuales o crónicas de los trastornos psicóticos hacia las fases iniciales o de alto riesgo clínico.
- Este nuevo enfoque ha mostrado que es posible identificar tempranamente los signos de alto riesgo y los síntomas de psicosis en las fases iniciales para brindar un tratamiento oportuno que ayude a mejorar el pronóstico clínico y reducir el impacto negativo a largo plazo.
Objetivos de la detección e intervención temprana en la psicosis:
- Identificar a individuos con riesgo de desarrollar psicosis antes de que inicie el primer episodio de psicosis.
- Identificar y tratar específicamente a los individuos con alto riesgo de desarrollar psicosis y los que presentan un primer episodio de psicosis.
- Prevenir la progresión de la psicosis o promover la recuperación de aquellos que ya han presentado un primer episodio de psicosis.
- Reducir el tiempo que pasa desde que inician los primeros síntomas hasta que se recibe el primer tratamiento especializado (duración de la psicosis no tratada).
¿Qué es la duración de la psicosis no tratada?
¿Qué es un primer episodio o brote psicótico?
- El primer episodio o brote psicótico es cuando aparecen por primera vez los síntomas psicóticos.
- El primer episodio psicótico suele aparecer en la adolescencia o durante los primeros años de la edad adulta y requiere atención psiquiátrica inmediata.
- En muchas ocasiones requiere de una hospitalización psiquiátrica y de tratamiento farmacológico para estabilizar los síntomas.
- La recuperación de un primer episodio de psicosis puede durar semanas o varios meses, dependiendo de la gravedad con la que se presentó.
- Las personas con trastornos psicóticos pueden presentar varios episodios psicóticos a lo largo de la vida que se consideran recaídas.
- Cuando vuelven a aparecer los síntomas psicóticos después de un período de estabilidad clínica, es muy importante acudir con su psiquiatra para que ajuste el tratamiento y se evite una hospitalización.
Es importante saber que a pesar de que el primer episodio de psicosis suele aparecer de forma repentina, en realidad hay un período de tiempo previo (fase prodrómica) que puede durar algunos meses o incluso años (entre 1 y 5 años) en el que empiezan a aparecer diferentes cambios muy sutiles y síntomas leves (síntomas de alto riesgo clínico) que pueden identificarse y tratarse a tiempo para evitar o retrasar el inicio del primer episodio de psicosis.
¿Qué es la fase prodrómica?
Fase prodrómica
- La fase prodrómica es la etapa previa al inicio de los síntomas de un episodio psicótico.
- La fase prodrómica se define como el período entre el inicio de los primeros síntomas inespecíficos (por ejemplo, anomalías perceptivas, suspicacia, ansiedad) hasta la aparición de los síntomas psicóticos (por ejemplo, alucinaciones y delirios).
- La fase prodrómica puede durar de 1 a 5 años.
- Gracias a la investigación de la fase prodrómica se han podido identificar diferentes factores de riesgo o síntomas de alarma que pueden propiciar el inicio de la psicosis y que dan cuenta de un alto riesgo de desarrollar psicosis.
Dentro del estado mental de alto riesgo clínico para la psicosis, pueden distinguirse dos fases:
1) Fase temprana de alto riesgo: caracterizada por signos inespecíficos y experiencias sutiles que incluyen ligeros cambios en las emociones, la percepción y los pensamientos que sólo son percibidos por las propias personas, pero no son notorios para los demás.
2) Fase tardía de alto riesgo: incluye síntomas de tipo psicótico pero muy sutiles o transitorios que generan problemas en el funcionamiento social.
Fase de alto riesgo clínico
- La fase de alto riesgo clínico se caracteriza por un inicio por síntomas inespecíficos que con el tiempo se vuelven síntomas atenuados o subumbrales (leves y poco frecuentes) o transitorios (es decir, que no duran más de una semana, con una recuperación completa espontánea) que van acompañados de un progresivo deterioro en el funcionamiento psicosocial (por ejemplo, aislamiento social, problemas en el rendimiento escolar o laboral).
- La identificación de la fase de alto riesgo permite brindar tratamientos preventivos con posibilidades de evitar o retrasar el inicio de un primer episodio psicótico.
- Los estudios recientes han mostrado una prevalencia del 1,7% de personas con alto riesgo clínico en adolescentes y adultos jóvenes de la población general y una prevalencia del 19,2% en aquellos que entran en los servicios de salud mental por primera vez.
- Alrededor de un 18% de los individuos identificados con alto riesgo clínico terminan desarrollando un trastorno del espectro psicótico después de 6 meses y 36% después de 3 años.
- Las personas que tienen familiares de primer grado (padres o hermanos) con esquizofrenia u otro trastorno psicótico se consideran que tienen un alto riesgo genético (son genéticamente vulnerables) porque tienen mayor probabilidad de presentar un trastorno psicótico a lo largo de su vida), pero no se consideran con alto riesgo clínico si no presentan síntomas de tipo psicótico ni problemas de funcionamiento en las diferentes áreas de la vida (social, familiar, educativa, laboral, etc).
Diferencias entre síntomas de alto riesgo y síntomas psicóticos
Experiencias psicóticas
Experiencia psicótica
- Las experiencias psicóticas son un conjunto de síntomas similares a los de la esquizofrenia pero mucho más sutiles o leves (por ejemplo, ideas paranoides, pensamiento mágico, experiencias perceptivas extrañas) que no necesariamente general malestar o provocan problemas en el funcionamiento.
- Las experiencias psicóticas pueden presentarse en la población general en ausencia de un trastorno psicótico.
- Los estudios han encontrado una prevalencia de 5 al 10% de experiencias psicóticas en la población general y en muestras de adolescentes.
- Aunque las experiencias psicóticas tienden a ser transitorias un 80% de las personas que las presentan, se ha encontrado que alrededor del 20% desarrolla experiencias psicóticas persistentes y el 7% termina desarrollando un trastorno psicótico.
- Los niños y adolescentes parecen ser más susceptibles a estas experiencias (17% en niños y 7.5% en adolescentes).
- La presencia de estas experiencias psicóticas en edades tempranas incrementa el riesgo futuro de desarrollar un trastorno psicótico y, además, predicen la aparición de experiencias delirantes en la etapa adulta.
¿Cómo identificar los signos de riesgo para la psicosis?
Ejemplos de síntomas de alto riesgo para desarrollar psicosis
- Sensaciones extrañas o inusuales en el cuerpo o en la forma en que se perciben los objetos (por ejemplo, cambios en la forma, color o brillo de las cosas).
- Sentirse extraño en los lugares habituales o sentirse como en un mundo paralelo.
- Cambios en el estado de ánimo (por ejemplo, irritabilidad, tristeza).
- Ansiedad.
- Apatía.
- Dificultad para expresar las emociones.
- Problemas para concentrarse.
- Sentir desconfianza y estar en estado de alerta, sentirse observado, perseguido o creer que alguien va a hacerte daño (suspicacia).
- Sentir que los pensamientos van muy rápido y no se pueden controlar.
- Dificultad para expresar las ideas.
- Dejar de realizar las actividades de ocio o practicar los deportes que antes solía disfrutar.
- Alteraciones en el sueño (por ejemplo, dormir poco o dormir en exceso).
- Pasar menos tiempo con los amigos.
- Desinterés por relacionarse con los demás (retraimiento social).
- Dificultad para realizar las actividades cotidianas.
- Problemas en el rendimiento académico y/o laboral.
Cambios observables en la fase de alto riesgo para psicosis
¡IMPORTANTE!
Si presentas alguno de estos síntomas o conoces a alguien que tiene estas experiencias, es importante acudir con un profesional de la salud mental (psicólogo o psiquiatra) que pueda evaluar si se trata de un estado de alto riesgo para desarrollar psicosis y valorar si se requiere tratamiento específico que ayude a mejorar estos síntomas y prevenir la posterior aparición de un episodio psicótico.
Recuerda que la identificación temprana ayuda a prevenir.
A continuación puedes descargar un directorio de servicios de atención a la salud mental en México.
Psicosis infantil
- Los primeros síntomas psicóticos suelen iniciar en la adolescencia o en el período de transición hacia la edad adulta y muy rara vez se presentan en niños.
- Los síntomas de psicosis infantil pueden aparecer a los 3 años, pero son difíciles de diagnosticar porque se confunden con otros trastornos infantiles como el autismo, por lo que suelen detectarse hasta los 12 años.
- Los niños y adolescentes son susceptibles a tener experiencias psicóticas con una prevalencia de 17% en niños y 7.5% en adolescentes pero en la mayoría de los casos remiten o desaparecen con el tiempo.
- Los niños que sufren de psicosis infantil suelen confundir sus fantasías o su imaginación con la realidad y pueden escuchar ruidos o ver cosas que no son reales.
¿Qué es la intervención temprana?
Intervenciones para los primeros episodios psicóticos:
- El tratamiento para las personas que presentan un primer episodio psicótico debe ser integral e incluir medicamentos antipsicóticos junto con intervenciones psicosociales (intervenciones familiares y terapias cognitivo-conductuales).
- La intervención temprana debe ser accesible a todas las personas con un primer episodio o primera presentación de psicosis, independientemente de la edad de la persona o la duración de la psicosis no tratada.
- Las personas con un primer episodio psicótico deben ser atendidas sin demora pues de esto puede depender mucho el pronóstico de la enfermedad.
- En muchas ocasiones se puede requerir hospitalizar a la persona que presenta un primer episodio psicótico hasta que se logran estabilizar los síntomas. Una vez que la persona es dada de alta, es importante mantener el tratamiento y acudir a las consultas de seguimiento con su psiquiatra tratante para evitar posteriores recaídas.
Abordajes psicoterapéuticos en las fases de alto riesgo clínico
De manera general, las intervenciones en la fase de alto riesgo tienen la finalidad de reducir las tasas de transición a la psicosis, es decir, prevenir o retrasar el primer episodio de psicosis, reducir la gravedad de los síntomas psicóticos atenuados y el malestar asociado y mejorar la calidad de vida.
Existen diferentes abordajes psicológicos y psicoterapéuticos para los jóvenes con alto riesgo de desarrollar psicosis que incluyen psicoeducación, terapia cognitivo-conductual individual o grupal, intervenciones familiares, entrenamiento en habilidades sociales, intervención para el abuso de sustancias y apoyo en el ámbito educativo, laboral y en actividades de la vida diaria.