Se considera el trastorno psicótico más grave y que genera mayor discapacidad psicosocial a largo plazo. Se caracteriza por la presencia de delirios persistentes, alucinaciones persistentes, pensamiento desorganizado, síntomas negativos, comportamiento notoriamente desorganizado y alteraciones psicomotoras. Generalmente tiene una evolución crónica (dura mucho tiempo) y requiere tratamiento de por vida para evitar recaídas.

Se caracteriza por un inicio agudo de síntomas psicóticos que pueden incluir delirios, alucinaciones y pensamiento desorganizado, experiencias de influencia, pasividad o control y, en algunos casos, también se presentan alteraciones psicomotoras. Surgen repentinamente sin una fase prodrómica, progresando de un estado no-psicótico a un claro estado psicótico en un período de dos semanas. Los síntomas cambian rápidamente, tanto en su naturaleza como en su intensidad y pueden ocurrir de un día a otro, o incluso durante un mismo día. La duración de los síntomas no excede los 3 meses y comúnmente duran de unos cuantos días a 1 mes.

Se caracteriza por una combinación de síntomas de esquizofrenia y síntomas de trastornos del estado de ánimo como depresión o manía (sentirse extremadamente feliz o tener mucha energía). El inicio de los síntomas psicóticos y síntomas del estado de ánimo es simultáneo o uno de ellos aparece pocos días después del otro.

Los síntomas del trastorno esquizotípico son similares a los de la fase prodrómica de la esquziofrenia y es más prevalente en los familiares biológicos de personas con esquizofrenia. El trastorno esquizotípico se caracteriza por un patrón complejo de disfunciones cognitivas, perceptivas, afectivas y del comportamiento. Las personas con trastorno esquizotípico suelen ser solitarias, tienen dificultades para establecer relaciones sociales e interpersonales (carecen de amigos cercanos fuera de la familia inmediata), sus respuestas emocionales son limitadas o inapropiadas, presentan un comportamiento excéntrico, pensamientos o creencias extravagantes e inusuales. Pueden malinterpretar las motivaciones y conductas de los demás y desarrollar una desconfianza significativa hacia otras personas.

Presencia de un delirio o conjunto de delirios relacionados durante al menos tres meses (por lo general mucho más tiempo), que ocurren en ausencia de un episodio depresivo, maníaco o mixto. Los delirios son variables en contenido entre los individuos, aunque muestran una notable estabilidad en cada persona a pesar de que pueden evolucionar con el tiempo. Las formas de delirios más comunes incluyen contenidos persecutorios, somáticos, grandiosidad, celotipia y erotomanía. En algunos casos se presentan alucinaciones específicas relacionadas con el contenido de los delirios. No hay afectación del comportamiento ni del discurso y tampoco se presentan síntomas negativos.